Empieza la época de las comidas más elaboradas que nos aportan más energía, y que mejor idea que utilizar frutos secos en nuestro menú. Estamos en plena temporada de castañas y aunque es un placer de este otoño comprarnos un cartuchito de castañas asadas por la calle, también podemos utilizarlas como ingrediente de un buen plato de esta estación.
A nosotros en esta época nos encanta ir a recoger castañas al precioso Refugio de El Juanar, en Ojén. Vamos todos los años y la verdad es que lo pasamos genial. El paraje es maravilloso, respiras aire puro y encima te traes una bolsita de castañas recién cogidas, o dos... Según la suerte de ese día. La verdad es que es un plan perfecto para disfrutar con la familia. Mis hijas se lo pasan bomba y yo también, por supuesto.
Cuando volvíamos de esta visita, siempre cogiamos las castañas con muchas ganas, pero la mayoria de las veces me sobraban y luego ya no apetecían...así que puse en marcha mi cabeza y antes de tirar nada se me ocurrió utilizarlas en algún guiso. Así hice la receta que hoy os propongo. Aparte de que está buenísima, también os cuento todos los beneficios que tienen las castañas.
Para empezar es el fruto seco más ligero. Aporta menos calorías que la mayoría de ellos, 20 veces menos calorías que las nueces.
Contra el estrés también funciona, ya que es rica en vitamina B y en fósforo, que protegen el sistema nervioso, así que es muy recomendable en momentos de estrés y tensión.
Por su alto contenido en fósforo es vital para tener unos dientes sanos y, por supuesto, contribuye a mantener los huesos fuertes, luchando contra la osteoporosis.
También contiene triptófano, un aminoácido que ayuda a conciliar el sueño. Así que se recomienda consumir 2 ó 3 antes de dormir (mejor cocidas o asadas).
Bueno, ¿qué me decís? ¿Os he convencido o no? Después de ver todos estos beneficios ¿quién se resiste a probar esta receta... aparte de que está realmente deliciosa?
- Ingredientes:
- 1 lomo de cerdo de 1 kilo.
- 1 cebolla.
- 100 g de castañas.
- 1 vaso de coñac.
- medio vaso de vino dulce.
- medio vaso de agua o caldo.
- 1 brick de nata líquida.
- sal y pimienta negra molida.
- Elaboración :
Salpimentamos la carne y la doramos en una cacerola con un poco de aceite. Mientras tanto pelamos una cebolla y la cortamos en trozos pequeños. Apartamos la carne en un plato y pochamos la cebolla en la misma cacerola aprovechando el jugo soltado por la carne. Si fuera necesario, se le añade un poco más de aceite. Cuando está lista se le añaden las castañas
(se pueden cocer en la olla exprés o comprarlas en conserva). Se le dan unas cuantas vueltas y se le añade el coñac y el vino dulce, y se deja que hierva para que se evapore el alcohol.
A continuación se le añade la carne y se deja cocer durante 15 minutos (si es en olla exprés, mi gran amiga, si no, necesitará mucho más, hasta que esté tierna).
Comprobamos que está tierna, apartamos la salsa y la pasamos añadiéndole la nata liquida.
Por último, lo volvemos a poner todo en la cacerola y le damos un hervor para que se mezcle todo bien.
Y ya sólo nos falta emplatar y acompañarlo con unas patatas confitadas, o en puré con un par de castañas caramelizadas, por ejemplo.
Y como siempre, a disfrutar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario